LAS FLORES DEL FRÍO
Lejos de la canícula del interior de la península ibérica en los meses de verano, con escasas precipitaciones y temperaturas asfixiantes que superan los cuarenta grados, la alta montaña se erige como un paraíso lleno de frescor y de vida. Es el momento álgido de la floración de las plantas alpinas, verdaderas reliquias botánicas de los tiempos glaciares.
Desde abril hasta octubre es posible encontrar bellísimas flores alpinas en los principales macizos montañosos españoles, donde habitan alrededor de 8.000 taxones (especies y subespecies), lo que nos sitúa a la cabeza del Viejo Continente.
Fotografías © Francisco Márquez













